Aún persiste temor en la zona costeña por falsa información que haitianos envenenaron acueducto

Benny Rodríguez

 

Paraíso.- Estamos en la era en la que predomina la hiper información, pero menos informados ciudadanos y ciudadanas, pese a la diversa forma de acceder a las noticias. Muchas resultan falsas e impide a sus consumidores diferenciar qué es verdad o qué es mentira.

 

La transformación sufrida por la comunicación (con nuevos actores y nuevos recursos), ha incidido en la forma de comunicar, incluso en la pérdida de la ética periodística. Muchos profesionales del periodismo hacemos el juego en la era de la posverdad, conscientes o no,  difundimos noticias que no responden a la verdad.

 

Esa situación se puso de manifiesto este sábado al apoderarse el pánico y el temor de casi todo un pueblo al difundirse una nota de voz a través de WhatsApp de que haitianos habían “echado” veneno en el acueducto Barahona San Rafael.

 

Y, a pesar que técnicos de la Provincial de Salud Pública analizaral agua del acueducto, la cual es consumida por la población costeña de la provincia Barahona, la información falsa puesta a circular a través de WhatsApp, en la que se escucha la voz de una mujer advertir a sus familiares en Barahona no consumir el líquido porque haitianos la habían envenenado ha sido más fuerte que el llamado de las propias autoridades seguir usándola de forma cotidiana.

 

Yo no me la tomo

 

La información fue descartada de inmediato por las autoridades, incluso, en la nota de voz en la referida herramienta masiva de comunicación, dice que producto del envenenamiento del agua extranjeros del vecino país eran golpeados y el Ejército de la República Dominicana y efectivos de la Policía Nacional haber intervenido en Paraíso, así como otros poblados de la costa para controlar la situación.

 

Nada más falso el envenenamiento del acueducto, que ha hecho que persista el temor de morir envenenados sin consumen el agua, como los casos de los comunitarios de aquí, Lauro Díaz y Rafael Medina, quienes admitieron que ellos, así como gran parte de la población no está consumiendo el agua que llega a las llaves de sus casas a través del acueducto.

 

“Yo no me la tomo ni para cocinar o lavar con ella. Esa información llegó hasta Nueva York por esa nota de voz que fue difundida”, Dijo Díaz tras ser consultado por www.lalupadelsur.com al respeto.

 

Rafael Leger, alcalde de este municipio costeño de Paraíso, descartó la versión puesta a circular, aunque sí, dijo que miembros del ERD apresaron a varios nacionales del vecino país que no tenían documentos para estar en el territorio nacional.

 

En cambio, Luis Lafontaine, un dirigente campesino de aquí, dijo que desde el pasado sábado no ha cesado de contesta llamadas de personas interesadas en saber la verdad de la información difundida del supuesto envenenamiento del acueducto.

 

“Lo que hice fue irme hasta el mismo acueducto, en ese lugar tomar agua, hacer un café y beberlo para difundir las imágenes a través de las redes sociales, pero aun así persiste el temor de la gente”, dijo Lafontaine.

 

Lo cierto es que desde este municipio, La Ciénaga, Bahoruco, Ojeda, Los Blancos, Santa Cruz de Barahona, entre otros poblados de la zona costeña, los comunitarios se resisten a tomarse agua proveniente del acueducto Barahona/San Rafael, pese a que es falsa la información del supuesto envenenamiento del acueducto.

 

Pocos haitianos hicieron el mercado

 

En muchos municipios, como es el caso de Paraíso, cada domingo son días de mercado, en donde pequeños y medianos productores, comerciantes van con sus productos a venderlos, así como adquirir otros artículos, ya sean comestibles, vestidos, calzados o electrodomésticos.

 

Aquí, la presencia de nacionales del vecino país es fundamental en el mercado de cada domingo porque muchos de ellos, dedicados a las labores agrícola en la zona alta de la zona costera vienen las lomas a vender lo poco que producen y comprar otros artículos, más bien es una especie de trueque.

 

Sin embargo, este domingo era notoria la disminución de la presencia de nacionales haitianos, algunos para evitar algún conflicto con los dominicanos por el difundido falso envenenamiento del agua o ser detenidos por miembros del Ejército o de la Dirección General de Migración, que el alcalde Leger atribuye el poco número de extranjeros a esto último.