Header Ads

TITULARES:
recent

EL CASO ÉMELY PEGUERO POLANCO: JUICIO JURÍDICO VS. JUICIO POPULAR

Por : Gerson Terrero

El Caso Émely Peguero Polanco viene entristeciendo a la sociedad dominicana desde hace más de un año, cuando la niña embarazada murió a manos de su novio Marlon Martínez en los hechos y circunstancias declarados en la Sentencia del pasado miércoles 7 de noviembre del 2018, que lo condenó a 30 años de reclusión mayor. Sólo Dios y Émely saben el dolor que sintió esa pobre niña tras ser sometida a unos actos propios de las épocas más oscuras de la historia humana. Ayer también se condenó a cinco años de prisión a doña Marlyn Martínez, madre de Marlon y quien, a nuestro juicio, recibió esa sanción por su notoria y contundente irresponsabilidad como madre-abuela y como persona.

La condena a Marlyn ha generado un amplio rechazo en sectores mayoritarios de la sociedad dominicana. Y aun más: en San Francisco de Macorís (ciudad sede del juicio) hubo protestas alimentadas con la quema de neumáticos y choques con la Policía Nacional. Estos hechos (sentencia que degeneró en protestas) nos obligan a reflexionar. Que a esta altura de los tiempos una decisión judicial genere ese tipo de protesta, es penoso y preocupante, no importa la razón por la que se esté protestando (prevaricación de los jueces o desconocimiento del entramado jurídico por parte de la población). Ambas situaciones jamás ayudan a la justicia ni contribuyen a fortalecer el verdadero estado de derecho que necesitamos para vivir en armonía y paz.

El problema socio-judicial en nuestro país lo constituye sin dudas el populismo. Y nos referimos a esa tendencia de informar a la sociedad sobre la administración de justicia, pero recurriendo a acciones que presentan como buenos y graciosos a sus actores, aunque con estas acciones irresponsables se mueva al morbo y a la desinformación colectiva. Hoy los jachos están encendidos contra los jueces que dictaron la sentencia, pero pocos son los que se han sentado a analizarla con sus motivaciones de hechos y de derecho, lo que daría una visión general de todo lo ocurrido y cómo se puede responder con argumentos a posibles errores. Pocos son los que se han sentado a evaluar si fueron los jueces quienes acertaron o fallaron o si quien falló o acertó fue el Ministerio Público al generar en la sociedad unas expectativas que luego no pudo demostrar mediante pruebas, a pesar de tener a su favor el Estado, los policías, las agencias informativas y los medios de investigación. O también si todos actuaron bien y se impuso una solución acertada. En síntesis, ver todas las posibilidades, pero con objetividad y sosegado razonamiento.

El caso es que la sociedad, las redes y los medios hicieron un juicio paralelo que generó como consecuencia que la misma sociedad no estuviera preparada para aceptar los resultados del juicio jurídico que fueran adversos al dictamen que ya se había generado de manera colectiva. Y así no se puede manejar un país. Las sociedades avanzan cuando creen en su sistema de justicia y acatan las decisiones judiciales. Y claro: todo esto debe tener como referente la existencia de jueces serios y bien formados. Si su sentencia genera inconformidad, pues ahí están abiertas las vías recursivas, que suponen un amplio abanico de posibilidades. Si una sentencia entendemos que erró, no necesariamente hallan errado los jueces, que no pueden decidir más allá de lo que le permite la justicia sustentada en las pruebas. Tal vez lo hizo el sistema. Y cómo enmendarlo? Pues analizando, razonando, descomponiendo e investigando para fortalecer nuestras pretenciones de inconformidad en la etapa de los recursos.

Nuestro país es un pueblo solidario y lo ha demostrado el gran apoyo recibido por Émely y su familia. Pero esta solidaridad entiendo que se debe orientar conforme a la verdad y no a una sed de venganza que nos lleve a traspasar los límites racionales y a ponernos en el mismo nivel de aquellas dos personas. Las acciones de Marlyn y Marlon son para mí despreciables. Pero quisiera que este sentimiento mío esté sustentado en la objetividad de lo que las pruebas dicen que verdaderamente ocurrió y no en la subjetividad de lo que yo crea que haya ocurrido.

2 comentarios:

  1. Muy buen analisis. Hecho de modo Generico, ciertas veces creemos e incluso queremos que algunas sentencias resulten diferente,por que los hechos probablemente los admeriten, sin embargo, los juevlces no hacen pruebas, si no, que aprecian y valoran éstas para asi tomar una decision, pero no obstante a todo eso, existen recursos que sirven a las partes encontradas, para que puedan hacer valer sus alegatos.

    ResponderEliminar
  2. Ysidoro Feliz.Muy buen analisis. Hecho de modo Generico, ciertas veces creemos e incluso queremos que algunas sentencias resulten diferente,por que los hechos probablemente los admeriten, sin embargo, los juevlces no hacen pruebas, si no, que aprecian y valoran éstas para asi tomar una decision, pero no obstante a todo eso, existen recursos que sirven a las partes encontradas, para que puedan hacer valer sus alegatos.

    ResponderEliminar

Con la tecnología de Blogger.